Tales of Demons and Gods The Legend of Xiao Ning'Er (Fanfic) - Capítulo 58

Tales of Demons and Gods: Xiao Ning’Er.

Traductor: Rori318

Capítulo 58. Organización sombra.

El propósito de Ning’Er para visitar el Reino Prisión del Abismo era doble. En primer lugar, quería asegurar una fuente constante de cristales de sangre, que sería un recurso de cultivo invaluable, que aceleraría el desarrollo de la fuerza de Ciudad Gloria, ¡incluso pudiendo impactar el cultivo de los expertos de Rango Leyenda!

En segundo lugar, y más importante, recordó a su amigo Duan Jian, que estaba encarcelado allí y que probablemente habría sido asesinado por la brutal Familia Alas Plateadas si Nie Li no lo hubiera rescatado en la línea de tiempo anterior. Incluso si Duan Jian finalmente no se uniera a su causa contra el Emperador Sabio, no podría abandonar a un camarada tan precioso a tal destino.

El Reino de la Prisión del Abismo era una dimensión separada, como la Frontera Celestial Sagrada. En el pasado, trece familias habían escapado a este reino para escapar de la devastadora horda de bestias demoníacas que comenzó la Era de la Oscuridad. Desde entonces, nadie había descubierto cómo acceder a él o escapar de él, porque el portal para ingresar a esta dimensión estaba protegido por una barrera de origen con un poderoso conjunto que lo controlaba llamado Matriz espacial de diez milenios.

Esto significaba que las familias que vivían en este reino habían estado completamente aisladas del reino del Continente Divino durante muchas generaciones, viviendo por separado y sobreviviendo en un entorno considerablemente más duro allí. Era hora de formar un puente entre los dos reinos nuevamente.

Ning’Er pasó los siguientes días abasteciéndose de las cosas que necesitaría para ingresar a este reino y considerando a quién traería. El reino tenía sus peligros obvios, con bestias demoníacas extremadamente poderosas y familias salvajes con fortalezas hasta el Rango Leyenda. Si cometía algún error, podrían ocurrir muertes, pero al mismo tiempo, si protegía demasiado a sus amigos, no crecerían tanto como podrían.

Ella recordó que cuando Nie Li los había traído en el pasado, solo habían estado en el Rango Plata avanzado, pero todos ellos ya estaban en el Rango Oro en este momento, mientras que ella de alguna manera ya había alcanzado la cima del Rango Oro Negro. Con eso en mente, decidió llevarlos a todos al Reino Prisión del Abismo para templarlos con las experiencias allí.

La noche antes de que ella decidiera partir en la expedición, hubo un golpe tentativo en la puerta de su habitación, donde se hospedaba en la Mansión del Señor de la Ciudad.

Lo abrió para encontrar a la directora Yang Xin de pie allí. En el mes que había pasado desde el incidente con el Gremio Oscuro, Ning’Er había visitado a la directora varias veces, pero en todas esas ocasiones, Yang Xin no había estado lista para hablar o abrirse. En todas esas sesiones, Ning’Er simplemente se había sentado allí en silencio, sosteniendo sus manos y sin imponerse sobre ella. Durante todo este tiempo, Yang Xin no mostró lágrimas y mostró una expresión entumecida, respondiendo cualquier pregunta con un tono directo y en blanco.

Por eso fue tan sorprendente, cuando los ojos de Ning’Er se adaptaron a la oscuridad exterior, ver la forma de Yang Xin temblando mientras los sollozos silenciosos sacudían todo su cuerpo. Inmediatamente llevó a su amiga a la habitación, cerró la habitación y la rodeó con sus brazos en un cálido abrazo.

Pasaron largos minutos mientras Ning’Er sentía el cuerpo de su amiga temblando en sus brazos y las lágrimas calientes y húmedas empapaban su hombro. Finalmente, los jadeos tartamudos disminuyeron cuando las lágrimas comenzaron a detenerse, y Yang Xin pudo sentarse a la mesa con un pañuelo húmedo para limpiarse la cara.

«Es… gracias, Ning’Er». Yang Xin comenzó. «Ha pasado tanto tiempo desde que sentí que podía volver a sentirme mejor y de repente todo salió a la luz esta noche. Corrí hacia la primera persona en la que pude pensar… la que se había sentado conmigo en silencio una y otra vez este mes».

Empezó a compartir lo que había estado pasando en su corazón. «Me quedé huérfana a una edad temprana y crecí en el orfanato sin tener una familia a la que llamar propia. Tuve que trabajar duro por todo lo que tengo hoy. Todos hablaban de mi belleza y cómo la usaba para tener éxito… pero les demostré que estaban equivocados. No solo era hermosa, sino también talentosa como cultivadora y alquimista. Navegué por la política dominada por hombres de la Asociación de Alquimistas para convertirme en directora y ayudé a construirla hasta un nivel no visto desde el ¡Comienzo de la Era de la Oscuridad!»

Las lágrimas comenzaron a caer lentamente de sus ojos nuevamente. «Trabajé muy duro para estar donde estoy, y al final, ni siquiera importó. No tuve la fuerza suficiente para evitar… lo indecible que me pasó. Y, lo único podía pensar cuando vi a… ¡Gui Sha acercándose a mí, fue que deseaba ser fea y no hermosa!»

Ella escupió su nombre con completa repugnancia cuando más sollozos silenciosos comenzaron a sacudir su cuerpo. Ning’Er se mantuvo en silencio, con los ojos fijos en Yang Xin para hacerle saber que estaba escuchando cada palabra que salía de su corazón.

Cuando logró controlar sus emociones nuevamente, Yang Xin miró a Ning’Er con una fría determinación y una furia hirviendo en sus ojos. «¡Desde esta mañana, he renunciado como directora de la Asociación de Alquimistas!»

Los ojos de Ning’Er se abrieron con sorpresa, «Directora Yang Xin…»

Fue interrumpida por su amiga. «Solo Yang Xin, por favor».

«… Yang Xin, ¿qué planeas hacer?». Preguntó Ning’Er.

«Ning’Er, no estoy ciega. He visto las huellas de tus manos en cada desarrollo importante en Ciudad Gloria en los últimos tiempos. Esos hombres en posiciones de poder solo ven fragmentos y solo pueden percibir cosas en su área de interés e influencia. Tuve que afinar mis sentidos a las ondas y flujos sutiles de cómo progresan las cosas para permanecer en el asiento caliente del director durante todo este tiempo. ¡Cada hilo te lleva de vuelta a ti!

Yang Xin habló sin dudarlo porque incluso con todo el control que Ning’Er estaba acumulando en los corredores ocultos del poder, no sintió ninguna intención egoísta o malvada en el corazón de la chica frente a ella. Y había aprendido a confiar en sus instintos.

Ning’Er decidió no hacer ningún acto de ingenuidad frente a esta hermosa y perspicaz mujer. Miró directamente a los ojos de Yang Xin y preguntó: «¿Qué estás proponiendo?»

«Esos niños que estás criando a tu alrededor serán fuertes, pero no estarán templados por suficientes experiencias de vida. Al mismo tiempo, solo puedes guiarlos como un amigo que respetan. Mientras se desarrollan, necesitarás una fuerza especializada a tu alrededor que saben lo que se necesita y harán lo que sea necesario para lograr tus objetivos».

La voz de Yang Xin estaba llena de una intención confiada y despiadada mientras iba directo al meollo del asunto, poniendo palabras a algunas de las preocupaciones ocultas de Ning’Er.

“Al igual que el Señor de la Ciudad tiene a Ye Shuo y su organización en la sombra, quienes están dispuestos a morir por los objetivos de la ciudad, necesitarás a tu propia gente que cree en lo que está tratando de hacer y está en un nivel listo para ejecutar planes, ya sea recolectando inteligencia o batalla. He tenido que operar con redes de inteligencia durante todo mi tiempo como director; de lo contrario, no podría responder adecuadamente a las situaciones».

Ning’Er miró los ojos agudos e inteligentes frente a ella. Era cierto que la madurez, la fuerza, las habilidades y la experiencia de su grupo de jóvenes amigos necesitarían tiempo para desarrollarse. Necesitaba dejar de abordar las cosas de la misma manera que lo había hecho Nie Li e involucrar a tantas personas de confianza como pudiera. Sus instintos le decían que Yang Xin era una persona así.

«Yang Xin, has sido completamente honesta y directa conmigo, sin preocuparte por las consecuencias o cómo podría responder como una niña inmadura de catorce años. En respuesta, seré tan directa contigo. ¿Cómo te gustaría dirigirte a mi nueva organización en la sombra, que tendrás que construir desde cero? Hay alguien que ya está disponible para ser tu subordinado. Al crecer en las calles, tiene muchas de las características que encajan en el papel. Y el espíritu demoníaco que ha integrado, será ideal para apoyar sus actividades.» Ning’Er decidió dar un salto de fe y confiar en la dirección que le estaba aconsejando una persona mayor.

«Wei Nan. Sombra del diablo». Yang Xin respondió de inmediato. Su aguda intuición y conocimiento rara vez pasaban por alto algo.

«Definitivamente eres la persona adecuada para encabezar esta nueva organización. Además, Yang Xin… estás sacrificando mucho. Necesito aclarar una cosa, ¿qué obtienes de esto?». Preguntó Ning’Er.

«Ya habrías sospechado mis intenciones. No quiero volver a sentirme tan débil nunca más. Quiero volverme más poderosa al igual que todos los que te rodean se han vuelto más fuertes. Quiero la oportunidad de destruir el Gremio Oscuro y … Gui Sha con mis propias manos, cuando hagas tu movimiento. Incluso si muero en la misión, quiero morir sabiendo que estaba luchando por un propósito mayor, en lugar de simplemente manejar la política sin sentido de la Asociación de Alquimistas». Hizo una pausa y luego continuó.

«Puedo sentir que tu destino es más grande incluso que la Ciudad Gloria. Quiero ser parte de eso. ¡Simplemente no quiero volver a sentirme tan impotente y sin propósito!». Ning’Er pudo ver las manos de su amiga cerrándose con tanta fuerza en este punto que sus nudillos se pusieron completamente blancos.

Ning’Er sonrió en respuesta. «Escuchando tus pensamientos e intenciones, el tuyo es un corazón en el que puedo confiar mi vida. Solo puedo decir gracias desde el fondo de mi corazón y rezar para que las cosas por las que lucho en el futuro no te decepcionen. Al mismo tiempo, haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que te vuelvas más fuerte… ¡Lo suficientemente fuerte como para tomar tu destino en tus propias manos!».

«Y Yang Xin… cada vez que necesites a alguien con quien hablar, debes saber que estoy aquí para ti». Ning’Er miró a su amiga con ternura, sabiendo que le había costado mucho llegar a este punto.

Los ojos de Yang Xin brillaron de alegría incluso cuando amenazaban con desbordarse de lágrimas nuevamente. Se había sentido tan aislada y sola todos estos años, donde tuvo que valerse por sí misma desde sus días en el orfanato. E incluso con su relación con el presidente Gu Yan, que era lo más cercano que había sentido a un miembro de la familia en los últimos años, todavía había un elemento profesional en ella.

Con Ning’Er, sintió un estrecho vínculo fraternal que nunca antes había experimentado. De alguna manera, sintió que ya no necesitaría sentirse sola.